Uno de los grandes problemas de la energía solar y las energías renovables en general es su almacenamiento para su uso posterior. Tanto el almacenamiento como el transporte son problemas que hay que solucionar para que las energías renovables sean más competitivas y cada vez más populares en los mercados internacionales.
Para solucionar este problema de almacenamiento, un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Gotemburgo (Suecia) ha demostrado que es posible almacenar energía solar directamente en un líquido químico, llamado sistema térmico solar molecular. ¿Cómo funciona exactamente?
Almacenamiento de energía solar
Como comenté anteriormente, almacenar la energía solar que producimos para su posterior consumo es difícil y fruto de investigaciones que pueden solucionarlo. Esta técnica de utilizar un líquido químico para almacenar energía solar muestra que esto se puede lograr gracias a los enlaces químicos. También permite la liberación cuando la necesitamos de acuerdo con nuestra demanda de energía solar.
La persona que lidera el equipo de investigación de este líquido es el profesor Kasper Moth-Poulsen y ha explicado que la combinación de almacenamiento de energía química con módulos solares térmicos permite una conversión de más del 80 por ciento de la luz solar incidente.
¿Cómo funciona exactamente el líquido?
Cuando la molécula líquida es impactada por fotones de luz de la radiación solar, pueden cambiar su forma y almacenar energía. Este sistema de almacenamiento puede soportar 140 ciclos de almacenamiento como una batería convencional. También es capaz de liberar energía con un deterioro insignificante.
El proyecto de investigación de líquidos se inició hace 6 años y se publicó en la revista Energy & Environmental gracias a la Universidad de Chalmers. Al inicio de la investigación se determinó la eficiencia de la conversión de energía solar fue 0.01% y el rutenio, un elemento caro, jugó el papel más importante. Con la mejora y desarrollo del proyecto, Cada vez se ha podido acceder a un sistema que consigue almacenar el 1,1% de la luz solar que cae como energía química que permanece latente hasta el momento de la demanda, cuando se libera. Esta es una mejora de 100. Además, el rutenio ha sido reemplazado por elementos a base de carbono mucho más baratos.