Eventos climáticos extremosComo las olas de calor y las sequías, pueden alterar la capacidad de secuestro de carbono de los ecosistemas terrestres. Gracias a un experimento exhaustivo en una pradera permanente de montaña baja, los investigadores están mostrando por primera vez la acumulación de CO2 de la atmósfera. mejora la recuperación deYo prado después de estos eventos extremos. Además, ralentiza los efectos negativos del estrés hídrico.
Para fines de siglo, el monitoreo del cambio climático conduciría a un aumento en la frecuencia y severidad de los eventos climáticos extremos asociados con olas de calor y sequías. Estos extremos climáticos habrían efectos negativos en los ecosistemas, especialmente en prados sensibles a la sequía y que alimentan la leche y el pienso del ganado. Eventualmente, el suelo podría deteriorarse, reduciendo el nivel de materia orgánica rica en carbono.
Aumenta el dióxido de carbono
Definitivamente, el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera podría limitar estos riesgos climáticos. De hecho, el CO2 es el sustrato para la fotosíntesis de las plantas y normalmente favorece la tolerancia a la sequía de las plantas y la acumulación de materia orgánica en el suelo.
Hasta la fecha no se sabía si este efectos beneficiosos del CO2 Pueden persistir o no en condiciones climáticas extremas. Por primera vez, se da una respuesta a esta pregunta gracias a un experimento. Las muestras de la pradera estuvieron expuestas a un clima que era de esperar a partir de 2050, más cálido y seco, así como a un aumento en la concentración de CO2 atmosférico en combinación con una ola de calor y una sequía extrema.
Sequía y ola de calor
Durante la sequía y la acumulación de olas de calor en El CO2 atmosférico ralentiza los efectos negativos del estrés hídrico y térmica, por lo que se conservan las funciones fisiológicas de las plantas. Estimula el crecimiento de las raíces y permite el acceso a más agua y nutrientes en el suelo, lo que acelera el crecimiento de la pradera desde el final del clima extremo.
Durante este experimento, el aumento de CO2 atmosférico se compensó por completo los efectos negativos de la sequía y la ola de calor cuando el prado absorbe carbono. Este estudio muestra la importancia de considerar las interacciones al estudiar los efectos del cambio climático.
Indica que el aumento de CO2 atmosférico está aumentando la persistencia de la materia orgánica del suelo, de los ecosistemas de pradera y ganadería, que son afluentes de un evento climático extremo de tipo ola de calor y sequía, pero no permite extraer conclusiones sobre los efectos acumulativos de tales extremos climáticos. Estos efectos acumulativos deben evaluarse mediante otro conjunto de experimentos.