Según las estadísticas, los combustibles fósiles podrían extinguirse en no más de 50 años. Si sumamos los efectos negativos sobre la naturaleza, la solución sugiere un uso final de energías renovables como el viento o el sol, a lo que se suma otro elemento «teóricamente» infinito y mucho más limpio: la energía generada por las corrientes de ríos y océanos. El uso de la energía mareomotriz como futura fuente sostenible es uno de los próximos planes del mundo y, sobre todo, ofrece aún más ventajas que las otras energías conocidas anteriormente.
El océano como motor del mundo
Según Tim Cornelius, director de Atlantis Resources, «la energía de las mareas podría superar los 120 gigavatios a nivel mundial y el Reino Unido tiene 10, lo que sería el 50% de ese tipo de energía en toda Europa».
Con esta prometedora declaración, Cornelius quiere sentar las bases para el futuro: Mejorando la energía del mar como fuente de energía renovable tan pronto como sea posible para reemplazar el uso de combustibles fósiles como el gas, el carbón o el petróleo a su debido tiempo.
De acuerdo a la información, El agua de mar es 832 veces más densa que el aireEsto ofrece mayores beneficios, mientras que el generador requerido para extraer esta energía y convertirla en electricidad (utilizando la energía cinética de las corrientes oceánicas y lechos de los ríos), a diferencia de otros tipos de sin impacto ambiental o contaminación visual, no requiere energías renovables. Al mismo tiempo, su producción no conduce a contaminantes secundarios, ya que es energía pura y limpia.
Francia fue uno de los primeros pioneros de la energía mareomotriz, país que instaló un generador en el río Rance en 1966, explotando un caudal de 6.600 metros cúbicos por segundo, y aquí radica otro acierto de este tipo de energía: su continuidad, algo que no ofrecen otros tipos de energías convencionales.
En cuanto a España, la costa de Santoña podría ser el primer lugar para albergar una central que se benefició de las corrientes del CantábricoEnergía para un total de 2.500 hogares.
Como siempre, el obstáculo que impide la plena consolidación de la energía mareomotriz radica en la dificultad económica de implementar las instalaciones adecuadas, desafío que ya se han planteado muchos gobiernos para controlar las mareas de todos estos archipiélagos, las costas y ríos de Estados Unidos transformar el futuro de un mundo más sostenible.