La imaginación es una de las fuentes para crear un mundo mejor, ser capaz de equilibrar un problema (como el creciente número de botellas de plástico) con una necesidad (pavimentar las calles de la ciudad). En el ayuntamiento de Rotterdam ha decidido combinar estos dos temas y pavimentar las calles con plásticos reciclados para ahorrar dinero y ayudar al medio ambiente siempre que sea posible.
Menores costos de mantenimiento.
Por curioso que parezca, este tipo de tecnología de plástico reciclado parece ser Requiere menos inversión y la instalación es mucho más rápida y sencilla que con el asfalto tradicional.Resiste mejor las temperaturas más extremas y requiere menos mantenimiento.
Además, su uso Ayuda a tratar un material que está causando un daño ambiental importante y reduce el uso del aceite contaminante en las carreteras. También tiene un peso menor en el suelo y facilita la instalación o el mantenimiento de cables y tuberías subterráneos. Básicamente, todo parece tener ventajas sobre el uso actual de materiales.
Fácil instalación
La instalación de los distintos paneles que se utilizan no se complica y Se fabrican en fábrica para ser transportados y ensamblados casi al instante.. Esto ayuda a evitar que las ciudades colapsen o molesten a los vecinos con ruido excesivo.
Se espera que para el En 2018 se construirán carreteras de esta forma y se podrán exportar a otras ciudades, quienes prestarán atención a su funcionamiento y a las inversiones realizadas.. Rotterdam siempre ha estado comprometida con el medio ambiente y quiere ser un referente mundial en este ámbito y poder dejar su huella en la historia de la ecología. No suena mal, ¿verdad? Para dar un uso a los residuos que generamos y, sobre todo, ayudar a que nuestras ciudades funcionen mucho mejor.