Brasil Es uno de los países más importantes de América Latina por su tamaño y gran economía respaldada por su enorme tamaño. recursos naturales. Pero también es uno de los primeros en la región en buscar alternativas a los combustibles fósiles.
Brasil produce desde 2005 Biocombustibles e incentiva a esta industria a abastecer a la gran mayoría del mercado interno, especialmente de maquinaria agrícola y vehículos pesados. Con 26 mil millones de litros y 1,1 mil millones de litros de biodiesel en 2009, es el segundo productor de bioetanol más grande del mundo.
Se estima que en 2010 se producirán 2.400 millones de litros de biocombustibles.
Brasil planea convertirse en uno de los productores de biocombustibles más importantes del mundo. Por eso se invierte mucho en esta industria, pero también ayuda a los agricultores a participar en la cadena productiva con sus productos.
En Brasil, el biodiésel se elabora a partir de diferentes cultivos, entre ellos la soja, la caña de azúcar, la mandioca, la jatrofa e incluso los restos de plátanos, incluidas las algas.
Brasil no quiere poner en peligro Seguridad alimenticia Por tanto, coincide con los agricultores en que no cambian sus producciones, sino que cada uno abastece a un sector.
El estado brasileño está realizando diversos esfuerzos de promoción para mejorar la producción, almacenamiento y transporte de biocombustibles, que son cada vez más rentables y pueden reemplazar a los biocombustibles. combustibles fósilesasí como la creación de empleo en este sector.
Debido al impulso del gobierno, muchas empresas extranjeras están invirtiendo en biocombustibles en este país y activando así la economía.
Brasil será un actor líder en el mercado de biocombustibles en los próximos años debido a su potencial y riqueza natural en su territorio y su capacidad para disfrutar de ventajas comparativas y ser competitivo.
Lograr una agricultura sostenible y ecológicaMantener la seguridad alimentaria y producir cantidades importantes de biocombustibles a largo plazo son algunos de los desafíos que enfrentan Brasil y el resto de países productores de combustibles alternativos para mantener el equilibrio económico, social y ambiental.